El trastorno de la conducta es un trastorno del comportamiento, que muchas veces se diagnostica en la infancia, y que se caracteriza por comportamientos antisociales que violan los derechos de los demás y las normas y reglas sociales apropiadas para la edad. Los comportamientos antisociales pueden incluir la irresponsabilidad, el comportamiento trasgresor (como ausentarse de la escuela o escaparse), la violación de los derechos de los demás (robar) y, o la agresión física hacia terceros (asalto o violación). Estos comportamientos a veces se ven juntos. Sin embargo, puede suceder que se presente uno o varios de ellos en forma aislada, sin los demás.

Causas

Se considera que las condiciones que contribuyen al desarrollo de un trastorno de la conducta dependen de muchos factores, entre ellos podemos hablar de una base genética, de los niños y adolescentes de "carácter difícil" o de aquellos niños o adolescentes que provienen de hogares carenciados, disfuncionales o desorganizados,niños con problemas sociales y el rechazo por parte de sus compañeros contribuyen a la delincuencia y una causa importante es el bajo nivel socioeconómico que no permite tener acceso a la salud y a la educación que todo niño merece. Los niños y adolescentes que manifiestan comportamientos delictivos y agresivos tienen perfiles cognitivos y psicológicos característicos en comparación con niños que tienen otros problemas mentales y con los pertenecientes a grupos de control. Todos los factores que posiblemente contribuyen al desarrollo del trastorno influyen en la interacción de los niños y adolescentes con los demás. Aproximadamente del 1 al 4 por ciento de los niños entre 9 a 17 años tienen desórdenes de la conducta. El trastorno se presenta con mayor frecuencia en los varones que en las mujeres. Los niños y los adolescentes que padecen trastornos de la conducta con frecuencia tienen también otros problemas psiquiátricos que pueden contribuir al desarrollo de este trastorno. En las últimas décadas, los trastornos de la conducta han aumentado considerablemente. La conducta agresiva es la causa de entre un tercio y la mitad de las derivaciones a los servicios de salud mental para niños y adolescentes.

Síntomas

La mayoría de los síntomas que se manifiestan en los niños con trastornos de la conducta también se ven en los niños que no sufren este trastorno. Sin embargo, estos síntomas se presentan con mayor frecuencia en los niños con trastorno de la conducta, e interfieren en el aprendizaje, en la adaptación en la escuela y, algunas veces, en las relaciones con los demás. Existen cuatro grupos principales de comportamientos que pueden incluirse en esta clasificación:

1) Conducta agresiva

La conducta agresiva causa o amenaza con un daño físico a los demás y puede incluir: Comportamiento intimidante, Amedrentamiento, Peleas físicas, Crueldad con los demás o con los animales, Uso de armas, Acciones de someter a otra persona a la relación sexual, violación o abuso deshonesto

2) Conducta destructiva

Vandalismo, destrucción intencional de la propiedad, Incendios intencionales

El tratamiento específico para los niños que sufren trastornos de la conducta será determinado por el médico psiquiatra especialista en niños y adolescentes basándose en la edad, su estado general de salud y sus antecedentes médicos, la gravedad de los síntomas, la tolerancia a determinados medicamentos o terapias, las expectativas para la evolución de la condición, su opinión o preferencia. Hay diferentes tipos de tratamientos a los cuales se puede recurrir. En general se aplican todos juntos. Entre ellos estan las terapias cognitivo conductuales (TCC) cuyo objetivo es aumentar la capacidad del paciente para resolver los problemas y sus habilidades para comunicarse, así como promover técnicas para controlar los impulsos y la ira. La terapia familiar, la cual tiene como objetivo la introducción de cambios dentro del sistema familiar, como por ejemplo, mejorar la capacidad de comunicación y fomentar la interacción entre los miembros de la familia.  La terapia de grupo con pares la cual a menudo se centra en el desarrollo de las habilidades sociales e interpersonales, y la medicación si el psiquiatra lo considerara necesario.

Compilado y actualizado por la Dra. Analy Werbin - 5/2/2008